Mientras las torres se derrumbaban y otros edificios veían su estructura dañada de forma mortal, la pequeña capilla de 1766 se mantuvo en pie con insolencia. Durante meses después de los ataques, fue un centro de operaciones para bomberos y personal de emergencia.
Veinte años antes de ese instante, doblaban las campanas para recordar sus muertos -casi tres mil- desde la capilla de St. Paul, uno de los símbolos de aquel episodio trágico. Es la iglesia más antigua de Manhattan y, de forma milagrosa, sobrevivió a los ataques. un avión secuestrado por Al Qaida se estrellaba contra la hermana Norte de las Torres Gemelas, en el inicio de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. En medio de un silencio sobrecogedor